miércoles, 23 de abril de 2008

Tu nombre

Me gustaba tu nombre porque me hacía recordar el aroma de la hierba recién cortada. Recién ahora soy conciente de que disfrutaba buscándolo y hasta inventándolo escrito en cualquier parte. Cuando podía leerlo me parecía estar frente a un libro escrito en un idioma extraño, pero dulce y elocuente. Lo repetía en voz baja, casi en un susurro, y el muy bandido me acariciaba los labios y me dejaba una tenue sensación de ardor, idéntica a la de tus besos.

Ahora que me has prohibido pronunciarlo, comprendo que en ese tiempo ya había decidido quedarse tatuado en mi boca, sin pedirte permiso. Y todos saben lo dificil que es borrar un tatuaje.

1 comentario:

Pedro Pablo Pérez S dijo...

Y es que es muy dificil borrar ese tatuaje. Muy bien estructurado Alicia...
hay huellas profundas que no se borran...

Un abrazo