Te espero en mi cama. Me alegra notar que las sábanas no tienen más arrugas que las que tú dejaste. El reloj se ha detenido para disimular las horas de tu ausencia, se oye un verso a lo lejos y una sombra me recuerda indolente que éste es mi lugar.
Puede que sea muchas cosas, pero aún no lo sé. Cambio día a día y segundo a segundo. Soy orgullosa y terca, lo cual no es ninguna cualidad, pero es bueno que lo sepas. Con la mirada dicen que puedo besar o partir puertas, tú escoges...
1 comentario:
Hay lugares que tienen dueño o dueña y solo ellos ocuparan ese espacio. Linda imagen de palabras Alicia.
Un abrazo
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