martes, 22 de enero de 2008

Este sabor de lágrimas, Julia Prilutzky Farni




Gris y más gris. No estás, y yo estoy triste
de una tristeza apenas explicable
con palabras, y de una imperturbable
soledad, que por ti nace y existe.

Siempre de gris, mi corazón se viste:
polvo y humo, ceniza abominable,
y la envolvente bruma irrenunciable
que estaba ayer. Y hoy. Y que persiste.

Gris a mí alrededor. Contra mi mano
la nube espesa se va abriendo en vano
porque el fuego que soy, no está encendido

y hay niebla en lo que miro y lo que toco.
Ah, yo no sé… Tal vez te odio un poco
porque está gris, y llueve, y no has venido.

3 comentarios:

Lidia M. Domes dijo...

Hola Alicia:
Me gustó mucho tu espacio, será un placer estar aquí y que te haya gustado mi blog. Yo también te enlazaré...

Cariños...Lidia

Anónimo dijo...

hola soy alejandra de argentina y me encanta ese poema.me encanto visitar esta pagina chau besitos

Anónimo dijo...

Hola. Desde la Argentina, un beso para la bióloga de la buena onda.