domingo, 14 de septiembre de 2008

Confieso


Hoy asumo la cursilería, como quien reclama el derecho a un verso malo, conciente de que no me va a inmortalizar, ni me hará acreedora de aplausos y premios. Hoy me alegra descubrir que la vida es hermosa y cursi. Que allá lejos me piensan y sonríen y yo pienso en allá lejos, y sonrío. Leo Neruda y Borges, descansan por un ratito Federico y Zaratustra. Segura de que no durará más que un destello, disfruto la vista del cometa.
Es deliciosa esta sensación de estupidez que casi nunca acompaña a la buena poesía.

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