domingo, 30 de diciembre de 2007

De Hernán Vargas Careño


Que pueda yo esta noche morar en tí. Emily Dickinson

Que pueda yo esta noche
morar en tí,
correr el velo de tu sueño
y adosarme a la perplejidad
de tu almohada;
que descuidadas, tus huestes,
me permitan deslizar unas palabras,
sembrarlas dentro de tus fortalezas,
en el débil amor que me entregas.
Vendrán lloviznas, noche, luz,
y se ocuparán de ayudarme
con sus murmullos oficiantes.
Y mientras mi espera diezma tus ejércitos,
acometes, y lo sabes,
el más fiel de tus oficios
al morar dentro de mí.

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