domingo, 25 de mayo de 2008

Instintos


Hoy ha de ser el día. El pez aquel de las escamas plateadas que te tiene soñando con estrellas caerá hoy. Sientes el temblor en las manos y la vida te pende del deseo de sentirlo tensar el sedal. La piedra al costado del río recibe tu cuerpo agitado y haces un inventario rápido de las posibilidades. Ambos son competitivos, ambos tienen mucho de animal. Sabes que te mira desde el otro lado del espejo de agua, que mide tus pasos y, de alguna manera, también quiere verte derrotado. Es el juego, la tensión eterna entre vencedores y vencidos La tarde ha caído serena, y ya sientes los anzuelo enredados y la carnada envejecida. No ha respondido a su instinto y puedes imaginarlo satisfecho, mientras se aleja jugando y te muestra los últimos reflejos del día. El sabe que ha ganado. Recoges tus cañas y guardas tus anzuelos, es difícil aceptar la derrota. En tu casa un café caliente acompañará tu noche en vela.

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