lunes, 5 de noviembre de 2007

García Lorca


¡Que vidrios se me clavan en la lengua!
Porque yo quise olvidar
Y puse un muro de piedra
Entre tu casa y la mía.
Es verdad. ¿No lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
Me eche en los ojos arena
Pero montaba a caballo.
Y el caballo iba a tu puerta.
Con alfileres de plata
Mi sangre se puso negra,
Y el sueño me fue llenando
La carne de mala hierba

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