domingo, 4 de noviembre de 2007

La dulce inteligencia del Principito




En aquel entonces no supe comprender nada! Debía haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Ella me proporcionaba alegría y aroma. Jamás debí haber huído. Debí adivinar su ternura, tras sus inocentes mañas. Las flores son tan contradictorias!

................
Fragmento:

-¿Qué son los ritos? -preguntó el Principito.

-Se trata también de algo bastante olvidado -contestó el zorro-. Es aquello que hace que un día se diferencie de los demás, una hora de las otras horas. Te daré un ejemplo. Entre los cazadores hay un rito. Todos los jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Para mí el jueves es un día maravilloso, ya que paseo hasta la viña. Si los cazadores no tuvieran un día fijo para su baile, todos los días serían iguales y yo no tendría vacaciones.
Fue así como el Principito domesticó al zorro. Pero al acercarse la hora de la partida:

-¡Ah!-dijo el zorro- Voy a llorar.

-No es mi culpa -repuso el Principito-. Tú quisiste que te domesticara, no fue mi intención hacerte daño.

-Sí, yo quise que me domesticaras -dijo el zorro.

-Pero dices que llorarás.

-Sí -confirmó el zorro.

-¿Ganas algo entonces? -preguntó el Principito.

-Gano -aseguró el zorro- por el color del trigo.

No hay comentarios: