
Y yo me quedo en el tiempo
de palabras dispersas,
buscando una imagen
que se devuelva al espejo.
Miro tu rostro de fruta fresa
-pera recien cortada-
Jugosa al paladar ajeno.
Siento que mis manos
ya no alcanzan a tus ramas.
-fueron cortadas por brazos forasteros-.
Y yo me quedo labrando nuevas tierras;
a la espera de frutas congeladas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario